El ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, justificó la elección afirmando que Santos Pereira es "la mejor elección" por su independencia, al no provenir "ni de dentro del banco, ni de un gobierno" reciente. Subrayó la diferencia con Mário Centeno, quien pasó casi directamente del Ministerio de Finanzas al BdP. Santos Pereira fue ministro entre 2011 y 2013 y actualmente es el economista jefe de la OCDE, un cargo que, según el Gobierno, demuestra su "reconhecimento internacional" y perfil técnico. La oposición reaccionó de inmediato. El secretario general del PS, José Luís Carneiro, calificó la no reconducción de Centeno como una "decisión negativa" y puramente "política". La coordinadora del Bloco de Esquerda, Mariana Mortágua, expresó su sorpresa y afirmó que el nuevo gobernador será "um veículo de transmissão das ideias do Governo". La Iniciativa Liberal, aunque celebró la salida de Centeno, expresó dudas sobre la independencia de Santos Pereira por su pasado político, defendiendo que la nominación debería hacerse por concurso público para "anular as suspeitas de interferências políticas no cargo". La controversia refleja la tensión sobre la politización de los reguladores, un tema recurrente en la política portuguesa.
