La propuesta, impulsada por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, fue aprobada con 71 votos a favor y 13 en contra, contando con el respaldo de la coalición de derecha y ultraderecha del primer ministro Benjamin Netanyahu, así como de algunos diputados de la oposición. El texto afirma el "direito natural, histórico e legal" de Israel sobre el territorio, conocido en Israel como Judea y Samaria, y argumenta que la anexión "vai reforçar o Estado de Israel, a segurança do país". La Autoridad Palestina condenó enérgicamente la votación, calificándola como "um ataque direto aos direitos do povo palestiniano" y una "violación flagrante del derecho internacional". El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina declaró que la medida es "colonial e racista" y una prueba de los "objetivos de los sus crimes de genocídio". La comunidad internacional, incluyendo Jordania y Turquía, también condenó la moción. El Ministerio de Asuntos Exteriores turco afirmó que la decisión es "nula e sem efeito", ya que "a Cisjordânia é território palestiniano sob ocupação israelita desde 1967". Esta votación se alinea con iniciativas anteriores del Knesset, como el rechazo a la formación de un Estado palestino, y complica aún más la ya lejana solución de dos Estados.
