Esta iniciativa busca sustituir las ayudas casuísticas por un sistema predecible y efectivo.
La ministra de Administración Interna, Maria Lúcia Amaral, anunció que, en lugar de "medidas e apoio casuístico fogo a fogo", el Consejo de Ministros optó por preparar "um novo regime, estrutural e permanente para os prejuízos causados pelos grandes incêndios". El objetivo es que este nuevo sistema entre en vigor "ainda este verão" y garantice un "apoio efetivo a primeiras casas, a empresas e a agricultores afetados por grandes incêndios".
Esta decisión marca un cambio de paradigma en la gestión de las consecuencias de los incendios, pasando de respuestas reactivas a un marco de protección social estable y predefinido. Paralelamente, el Gobierno retomará la ejecución del Plan de Intervención para la Floresta 2025-2050. Este plan se enfoca en la prevención y la "valorização da economia da floresta", con 61 acciones de corto plazo previstas para 2025. La combinación de ambas medidas refleja una estrategia dual: por un lado, fortalecer la resiliencia del territorio forestal a largo plazo y, por otro, asegurar una red de seguridad social robusta para las comunidades cuando la prevención falle. El Gobierno ya ha movilizado a los ministros de Economía y Cohesión Territorial y de Agricultura para realizar el "levantamento de danos já existentes" en coordinación con las autoridades locales, demostrando una voluntad de acción inmediata mientras se diseña el nuevo marco permanente.