Los tratamientos, que deben tener una duración de entre 12 y 21 días, cubren una amplia gama de patologías crónicas, como artritis reumatoide, asma, psoriasis y enfermedades neurológicas. El Gobierno justifica la actualización por la necesidad de ajustar el valor del copago a la inflación y por la constatación de que el plazo de validez de las prescripciones (anteriormente de un mes) era insuficiente. La nueva ordenanza amplía la validez de la prescripción a un año. El diploma también define los actos y técnicas termales cubiertos y establece un plazo de 180 días para que los Servicios Compartidos del Ministerio de Salud (SPMS) adapten los sistemas de prescripción electrónica. Esta medida reafirma la relevancia del termalismo en el SNS, reconociendo su "contribuição para a prevenção e controlo de patologias crónicas, melhoria da qualidade de vida dos utentes" y su potencial para reducir el gasto en medicamentos y el absentismo laboral.