El objetivo es "regular e corrigir essas distorções, promovendo um acesso efetivo e adequado".

João Raposo, presidente de la Sociedad Portuguesa de Diabetología, considera la medida "importante" pero "tardía", calificándola como "um remendo face à situação atual". Expresó dudas sobre si resolverá los problemas de acceso para los diabéticos, ya que cree que el número de prescripciones fuera de estas especialidades no es significativo. La medida genera preocupación sobre el seguimiento de pacientes que actualmente son atendidos por otros especialistas y sobre la necesidad de garantizar un acceso rápido a las consultas autorizadas. Los especialistas también defienden que el Gobierno debe regular urgentemente el acceso a estos tratamientos para la obesidad, enfermedad reconocida en Portugal desde 2004, para evitar que la salud quede "sujeita às leis do mercado".