"Se o todo ou uma parte do Tribunal Constitucional vir desconformidades, naturalmente, discordaremos - mas vamos encará-las institucionalmente.
E vamos ajustar os diplomas", declaró.
Sin embargo, enfatizó que cualquier ajuste será "para cumprir o mesmo objetivo, que se mantém".
Leitão Amaro fue contundente al afirmar: "Portugal precisa e vai ter, por nós, imigração mais regulada.
Se necessário, ajustaremos alguma coisa na rota, mas o destino é o mesmo e mantém-se".
Esta declaración subraya la firmeza del Gobierno en su agenda, rechazando lo que describe como la política de "portas escancaradas" del pasado. La ley fue enviada para fiscalización preventiva por el Presidente de la República, quien expresó dudas sobre varios puntos, incluyendo el reagrupamiento familiar y el uso de conceptos jurídicos indeterminados. La posición del Gobierno de persistir en su objetivo, incluso si requiere enmiendas legales, demuestra que la regulación de los flujos migratorios es una prioridad central de su programa, buscando un mayor control de seguridad en las entradas al país.